Me aficioné al hummus porque es tremendamente sencillo de hacer, se conserva bien, es sano, sabroso y te saca de un apuro en cualquier momento. Así que cuando me encontré esta receta que lo incorporaba en un wrap, me la guardé sin dudarlo para hacerla un día, aprovechando que siempre suelo tener hummus casero en la nevera.
Y es que este wrap es una prueba fehaciente de que: 1. No hay que complicarse mucho para comer rico y sano y 2. El hummus vale para algo más que para mojar palitos de zanahorias en él (cosa que me encanta, por cierto).
La receta original incorporaba corazones de alcachofa en lugar de aceitunas negras, pero como yo y la alcachofa no nos llevamos demasiado bien, la sustituí. Sin embargo, eso va en detrimento de un contraste de sabores, de manera que el wrap es sabroso pero puede resultar “aburrido”. La próxima vez creo que utilizaré rúcula en lugar de lechuga para lograr ese contraste que se echa en falta.
Lo mejor de este plato es que es muy sencillo de preparar (además de barato) y como otros wraps y sandwiches, podemos dejarlo preparado la noche de antes para llevárnoslo al trabajo sin que eso interfiera en la textura o el sabor.

[…] os he comentado en alguna otra receta cómo es posible utilizar el hummus de formas alternativas, no sólo como un dip para mojar cosas. […]