Gastronomía: haciendo un ‘Sunday Roast’
Publicado en 23/07/2017 por Ana No hay comentarios

Todo empezó con nuestra compra de supermercado semanal.
Nos estábamos paseando por las neveras donde tienen la carne, y vimos allí unas hermosas piernas de cordero. Hacía poco que yo había adquirido esta preciosa fuente esmaltada para horno que es más inglesa que Isabel II tomando té mientras juega al cricket. Os voy a decir la verdad: todo empezó cuando yo quería comprarme la fuente, y luego ya vería qué haríamos con ella. El caso es que cuando nos cruzamos con la pierna de cordero pronto vi una forma rápida de justificarle a mi voz de la conciencia la compra que había hecho.
Rápidamente me vino a la memoria que tenemos unos amigos ingleses. Bueno, ella es griega, y él es el inglés. El caso es que a él le gusta mucho cocinar, y pensamos en avisarle de nuestra adquisición para que vinieran a comer a casa y nos cocinaran un Sunday Roast, o un asado de domingo, que es un plato por antonomasia de la gastronomía británica, probablemente de los pocos que no da ganas de decir: “Pero si es que esta gente no sabe comer”. Eso y los scones ingleses, que aún os debo esa receta (dadme tiempo).
Seguramente estéis pensando: “¿Qué clase de persona se dedica a hacer asados a mediados de julio?” Pues la persona que vive en Luxemburgo y que tiene días de máximas de 22ºC. Que yo sé que por ahí por el sur os estáis asando ya vosotros solos y no necesitáis asar ninguna pierna de cordero, pero aquí también nos tenemos que adaptar un poco a las circunstancias. Bastante es que tenéis unas cuantas recetas este mes con #PocosFogones.
Finalmente hubo algún tipo de malentendido y acabamos cocinando el roast nosotros, pero quedó muy bien, fuimos consultando a nuestro amigo conforme íbamos haciendo cosas. Eso sí, no logramos sonsacarle si esto era the real deal. Parece ser que el roast más auténtico es con chirivías. Que me aspen si entiendo a esta gente, ¿eh? Os digo que con las zanahorias que pusimos, y que compramos de productores locales directamente, era difícil superar el sabor.
Cuando veáis la receta, quizá os sorprenda la salsa de menta, porque no es más que vinagre, menta y azúcar, y no es el concepto que nosotros tenemos de salsa, pero la verdad es que le queda genial al cordero. La razón es que el vinagre y la menta realzan mucho las notas de la carne y la refrescan, y además con las patatas con ajo y las zanahorias dulces, el contraste es perfecto. Parece que te estás paseando por la campiña inglesa mientras Mr. Darcy corre a caballo bajo la lluvia torrencial los pajaritos cantan.
Eso último me recuerda que este año es el aniversario de la muerte de Jane Austen. Algunos intentarán convenceros de que lo que escribía es poco más que chick-lit glorificada. No les hagáis ni caso. Jane Austen es una de las narradoras más hábiles y astutas que han habido en lengua inglesa, y yo lo sé porque estoy estudiando estas cosas en la Universidad de Londres (para los que no lo sepáis). ¿Por qué os digo esto? Pues porque lo siguiente más inglés después de Jane Austen es este Sunday Roast. Si queréis hacer una experiencia de inmersión completa en cultura inglesa, podéis hacer este asado y mientras esperáis a que se cocine, os leéis Emma de Jane Austen. No os leáis Pride & Prejudice, por favor, que es lo que lee todo el mundo de esta mujer, y tiene más cosas. Y dejaos ya de double-deckers y la Tower of London y Keep Calm and Carry On, por favor.
Un último aviso: este asado te deja SEDADO. Lo acabas y automáticamente todo tu cuerpo pesa una tonelada y media, y lo único que te puede curar es un sofá o una cama, y una siesta de hora y media como la que me eché yo. Avisados quedáis.

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